viernes, 25 de mayo de 2012

Seguiré creyendo

A veces, las personas en algún momento de su vida, se plantean el por qué de esta vida. Sí, el por qué. Por qué están aquí, por qué tienen que jugar, aprender, estudiar... Si simplemente están aquí para ceder un beso al aire, para darle su correspondido beso al Sol o para, simplemente, estar. Me alegra decir que nadie está aquí para solamente "estar". Todos tenemos algo que hacer en esta humilde vida, aunque sólo sean tonterías, porque al fin y al cabo, de eso está echa la vida, de tonterías.

Un viernes, me senté yo a las veintiuna y veinte en la mesa de mi hermano pequeño a escribir esto. A escribir esta tontería, esta papa nada, esta chiquillería. ¿Y para qué? Para desahogarme, para dejar libre lo que, como mariposas, revoloteaba sin cesar en mi cabeza. Para entretenerte e intentar que compartas mi nueva visión de la vida, o para que me recomiendes, cuando baje de aquí, que vaya al psicólogo.

Nuestros abuelos, personas adultas y de avanzada edad, en su infancia, ser un niño era un completo privilegio. Ser un niño significaba diversión, juegos y una larga vida todavía por delante. Nadie quería crecer. En cambio, como somos tan listos, ahora ser pequeño es malo. No puedes ir solo a muchos sitios, no puedes decidir que hacer por ti solo y tienes muchos impedimentos. Hasta hace no muchos días, yo compartía este pensamiento desgarrador para la inocencia infantil, pero ahora miro a mi alrededor, miro al pasado y pienso: ¿De verdad que esto es así?, ¿de verdad que no voy a poder volver a perseguir una mariposa por la calle, como si la vida me fuera en ello?, ¿de verdad que no? ¿Y me tengo que conformar con esto?, ¿ahora me voy a convertir en una persona adulta, a vestirme de colores apagados y solamente sonreír cuando cuentan un chiste? Já, va a ser que no. Ni hablar. No quiero esto, y por tanto, no lo voy a dejar suceder.

Ahora mismo nos estamos haciendo segundos más adultos, minutos más mayores, y mañana seremos un día más viejos, hasta que no nos demos cuenta y los días dejen de suceder para nosotros.
¿Y vamos a dejar que la vida se nos vaya así de rápido, mal aprovechada? Yo puedo asegurar que no, que a mi la vida se me va a escapar día a día, pensando en la infancia infinita y creyendo en el país de Nunca Jamás.

3 comentarios:

  1. Quiero un lápiz y un papel, escribirte una carta y que la guardes en tu cartera, que la lleves siempre contigo. Quiero enviártela a tu casa y que te sorprendas al recibirla y que digas:"Joder se ha acordado de mi". Quiero que en esa carta quede plasmado que voy a estar a tu lado, quiero que cuando estés triste la leas y te reconfortes, que sigas siendo esa niña que se tiraba a mi cuello cuando leas esas letras que escribí con tanto cariño.
    Pero no tengo tu dirección, y aunque podría conseguirla se me ha ocurrido algo mejor, lleva siempre una foto nuestra en tu móvil, cuando estés mal y mires esa foto piensa en lo que yo te diría y si no funciona es fácil me das una perdida al móvil y yo te llamo y hago ese papel de prima golfa que te hace sonreír.
    Te quiero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Prima... lo acabo de leer ahora :S u.u
      Me encanta esto, todo lo que haces por mi, que aunque parezca muy poco para significa mucho. Gracias, muchísimas, por estar ahi siempre, por despertar de tu plácida siesta para escuchar mis delirios entre llantos. Siempre me acuerdo de ti lleve foto conmigo o no ;) Que conste que como tu no hay dos como tu no hay dos jeje y que te quiero muuchiiiiiiiiiiiiiiiiiisiisiiiimoooo (=

      Eliminar
    2. Prima... lo acabo de leer ahora :S u.u
      Me encanta esto, todo lo que haces por mi, que aunque parezca muy poco para significa mucho. Gracias, muchísimas, por estar ahi siempre, por despertar de tu plácida siesta para escuchar mis delirios entre llantos. Siempre me acuerdo de ti lleve foto conmigo o no ;) Que conste que como tu no hay dos como tu no hay dos jeje y que te quiero muuchiiiiiiiiiiiiiiiiiisiisiiiimoooo (=

      Eliminar